viernes, 13 de febrero de 2009

Pierdo un vuelo, pierdo un tren.

Qué vida más triste la del estudiante. Los viernes ya estás a las 9 como una cuba. Joder, yo quiero ser mayor. Pero no, me quedaré así toda la vida. A ver si por lo menos me crecen las tetas. Feliz San Valentín a todos, btw. Qué asco, yo no lo odio porque sea algo consumista y todo ese rollo antisistema, pero me dan ganas de vomitar ante la acumulación de cosas jodidamente cursis. A todos nos gusta un regalo bonito (sí es que la gente acierta contigo, que esa es otra) y todas esas cosas. Pero de ahí a regalar algo porque sea San Valentín, hay un trecho. Mejor que sea inesperado. Eso sí, hablo desde la nula experiencia. Ay, que sueño tengo. Me voy a la cama a luchar contra el vómito.

PD: Había dejado un pelín abandonado esto por los exámenes, lo siento. Intentaré escribir más a menudo. Besos.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Hey there Delilah!

Oh, Dios. Qué alegría cuando todo vuelve a la normalidad. O qué asco, según se mire. ¿Por qué nunca estamos contentos con lo que tenemos? Yo misma me asombro de lo que me gusta quejarme a veces. Yo creo que es porque el no estar conforme con algo te lleva a discutit, y el discutir te da ''vidilla''. En resumidas cuentas, todos necesitamos alguien con quien discutir, porque si no nos rallaríamos mazo. En abril cumpliré los 16, a ver si se me quita algo de este comportamiento típicamente adolescente. Aún así, me gustaría quedarme con los sweet sixteen eternamente. Crecer me aterra. Más indepencia, más responsabilidades, más preocupaciones. En fin, que estoy en exámenes y no me apetece escribir más.

Cuenta atrás : 50 días

domingo, 1 de febrero de 2009

White flag.

Madre mía. Agonizo. Tengo gastroenteritis. Pero creo que merece la pena (si es que la pillé el viernes) porque fue genial. A nadie le interesan mis andanzas en un bar de heavys, así que pasaré a tratar otras cuestiones.

Quiero un novio. Misántropo, intento de pseudo-culto, con algún tinte de filósofo, gafapasta, bohemio, con vello facial y que sea grande y grueso. No, en realidad no. A duras sé mantener una relación cordial de amistad como para meterme en camisas de once varas. Pero las ganas de cariño, las hormonas y la envidia al ver a parejas están ahí. Pero esto no es una queja, por mucho que se le parezca xD

Ya no tengo más cosas que escribir, ni ganas de escribir, tampoco, debería estar echada en la cama o algo. Lo bueno y breve, dos veces bueno(aunque en ningún caso esto podría considerarse bueno, jajaja). Que os peten a todos. Voy a poner un texto de Fernando Savater para acompañar esta entrada, que está muy sosa.


Las cosas más importantes son las más difíciles de decir. Estas son cosas de las que te sientes avergonzado, porque las palabras las hacen más pequeñas. Cuando estaban en tu cabeza no tenían límites, pero cuando salen parecen no ser tan grandes como las cosas normales. Pero eso no es todo. Las cosas más importantes descansan demasiado cerca de donde tu secreto corazón está enterrado; son pistas que podrían llevar a tus enemigos a un premio que les encantaría robar. Es difícil y doloroso para ti hablar de estas cosas...y después la gente te mira de manera extraña. Ellos no han entendido lo que has dicho, o por qué casi lloraste cuando lo estabas diciendo.

jueves, 29 de enero de 2009

Better run.

Bueno. Ahora llega la parte en la que yo me agarro a un clavo ardiendo. Tú te conviertes en el clavo y te zafas lo más rápido posible. Es triste pero cierto. Ojalá que no fuera así.

En fin, esto parece un capítulo de The O.C. Intentaré cambiar la tonalidad depresiva de este blog en la medida de lo posible. Mi carácter fue/es así por naturaleza y se ha acentuado desde que me convertí en una adolescente sobre hormonada. Como ya comenté antes en otras entradas (creo) ni mi vida es una mierda, ni sufro constantemente ni nada por el estilo, por si a alguien le preocupa.

A veces me pregunto si las personas buscan constamente algo por lo que discutir y alguien con quien hacerlo. Me incluyo, obviamente. ¿Por qué somos así? ¿El aburrimiento quizá? Yo ignoro la razón. Pero sé que es triste también.

Me duelen mis preciosos ojitos, así que ya no escribo más. A esta entrada de blog no hay por donde cogerla, pero oye, tampoco es que nadie tuviera unas expectativas muy altas. Así que supongo que no he ofendido a nadie.

Que tengáis un finde genial y que folléis mucho, aunque seguramente escriba regularmente durante mi tiempo libre, así que es un ''hasta luego''

martes, 27 de enero de 2009

Venus in Cancer.

Hoy no me apetece mucho escribir. Seré breve. Muchas veces las cosas no son como esperamos, queremos, merecemos o creemos que merecemos. ''Vaya mierda''- pensamos. No, perdón. No pensamos. Si realmente nos paráramos a pensar, quizá llegaríamos a la conclusión de que no tenemos razón y de que realmente nos merecemos lo que nos están dando. Es así la mayoría de las veces. Pero que lo merezcamos no implica que lo queramos.Ojalá pudiera enmendar mis errores, o al menos aprender algo de ellos. Pero no sé cual es el problema conmigo, por alguna razón, no soy capaz. Ojalá que mi perdón pudiese soñar sincero y tú pudieses créertelo y hacer borrón y cuenta nueva.Pero ya lo hiciste demasiadas veces. Lo siento, de verdad. Espero que esto no acabe aquí. Espero que haya alguna oportunidad más. Aunque no la merezca, ya sabes.

Cada día trato de acertar por dónde saldrás.
Eso es tanto como adivinar qué nos va a pasar.

Has estado, hace tiempo, algo raro por momentos.
Me pregunto algo inquieta qué nos va a pasar.

No recuerdo cuándo decayó la conversación
ni el punto en que dices tú que algo cambió.

Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.

Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué.
Yo me esconderé, ahora que te vas
ya no saldré más, dime para qué, si no te voy a ver.

Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.

Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué.

Yo me esconderé, ahora que te vas
ya no saldré más, dime para qué, si no te voy a ver.

Cuando pase el tiempo conocerás a alguien más
y me olvidarás, y es que es lo normal.
Aunque nos dé rabia siempre ocurre igual
y nos esforzarnos en disimular.


(La buena vida - Que nos va a pasar.)

lunes, 26 de enero de 2009

When the lights go out.

Flipa colega. Bueno, que porque los demás estén en un pueblo perdido de Francia, los que nos quedamos no tenemos que hacer con creces su trabajo. Deberíamos estar viendo vídeos y dando la paliza a los profesores. Pero no. Rien de rien. Ejercicios, ejercicios, explicaciones y...¡ah, sí! ejercicios. Al menos me tranquiliza la visión de las ramas desnudas de los árboles por las ventanas, arf, me encanta xD. Seguro que os parece muy emocionante esto, casi trepidante, pero en mi defensa digo que ya me gustaría a mí vivir emocionantes y eróticas aventuras. Pero qué se le va a hacer.

Y luego está el eterno tema de ''X'' e ''Y''. Y es una puta, insolente y vulgar; y X un gilipollas que no sé da cuenta de lo mal que le tratan. Pero mete baza todo lo que quiere y más. Y yo por ser amiga de los dos (y por tonta también, ojo) me veo implicada y más perjudicada que ellos dos.

Por cierto, espero que los de Francia comáis mal y tengáis un viaje peor, que vuestras familias de acogida sean bordes y tacañas, y que no podáis fumar. Eso por creeros guays. Y luego volverán, y dirán por qué habéis dado clase en nuestra ausencia, y los que no somos como la mayoría, es decir, retrasados (sí, suena cruel e incluso pedante, pero es lo cierto) lo pagaremos caro. Pero ya no tengo queja sobre este tema, lo superé y aprendí a que no me importunara para nada.

Cambiando radicalmente de tema, cosa que por cierto me encanta y lo hago con asiduidad (aunque resulta molesto, lo reconozco). Te echo de menos. Mucho. Sé que tú a mí no, pero oye. Que como estamos en crisis, y soñar es gratis, ya sabes. Pero así es la vida, y aunque es un asco, creo que conmigo ha sido bastante justa.

domingo, 25 de enero de 2009

Ascovida vol. I

Como no tengo novio ni otros menesteres de los que ocuparme actualmente (soy toda finura, tía) me dedicaré a dar la paliza a quienes lean esto (más bien quien, por que me da a mí que sólo lo voy a leer yo). Tengo un montón de cosas de las que quejarme hoy. Por ejemplo, la nieve. Oh sí, es preciosa (viéndola desde dentro de tu casa con tu manta y tu cigarrito en la mano), pero cuando tienes que ir a un sitio (veáse asco de instituto/colegio privado-concertado o mierda de trabajo) ya no es tan bonita, ¿verdad?. Ya sea porque te puedes dar una hostia fina o porque se te pueda estropear el pelo que con tanto ahínco te has planchado. Da asco. Y los típicos niños (y no tan niños) porculeros que tiran bolazos y luego miran dónde, esos también dan asco. Ya basta de hablar sobre este fenómeno meteorólogico tan asqueroso.

Os voy a hablar de mis sentimientos. Eh, no sabéis cómo jode que tu mejor amiga se pique y te monte pollos por todo. Y lo peor es saber que tú no la has cagado. Y que no puedes pedir perdón porque no tienes por qué pedirlo ya lo has hecho demasiadas veces. En fin, qué estúpida que es la gente cuando es adolescente. Ojalá pudiera arreglar todo lo que he jodido, pero se me acabará olvidando, como todo. En fin, qué pocas ganas de vivir. Y sigo con la regla.


Miro al techo que ha vuelto a gotear. Hacía tiempo que no llovía así. Y cada gota golpeando contra los cacharros de metal, me hace pensar unas veces en sangre y otras veces en ti. Lo que en realidad viene a ser lo mismo, lo que por crueldad ahora viene a dar igual. O puede ser un ángel que una vez perdió la fe y fue expulsado...y que ha venido a agonizar justo encima de mi hogar y estas gotas sean sus lágrimas. O puede que sea hora de entrar ya en razón y llegar a comprender que dentro de este horror no hay literatura, no. Y eso tú lo sabes bien a fuerza de caer una y otra vez, en una trampa mortal que en el tiempo dura ya ocho años y medio. Seré muy breve: te quiero y esto duele. Y vino un pájaro a posarse en mi ventana...tenía una ala rota y su plumaje era gris y azul, y al acercar mi mano y comprobar que no echaba a volar supe de inmediato que lo enviabas tú. Lo tomé entre mis garras y lo dejé morir Y, cuando lo hizo, aún llovía aquí Y la sangre al gotear entre garras de animal presagió mi suerte. Como un ave que voló de Madrid hacia Gijón aún herida de muerte. Reescribendo la espiral de prometer hacerlo bien, de cometer un nuevo error, de no saber pedir perdon o pedirlo demasiadas veces. Y aunque ahora escupo una oración helado de terror, ningún dios responde aún...¿Soy yo el que no ve o es que todavía no se hizo la luz?. Seré muy breve: te extraño y esto duele. Trato de encontrar una salida pero no recuerdo ni por dónde hemos entrado aquí y contemplo junto a mí el cadaver del que fui, según tú, en una ocasión. Y es la mancha de humedad la de la herida mortal impregnada en el colchón. Y ahora que te oigo llorar, en lugar de ir hacia a ti me vuelvo a anestesiar y me limito a subir el volumen del televisor. O me concentro en recordar para no pensar en ti que tendría que llamar que alguien venga a reparar la gotera de una puta vez. Que ya cansé de recoger litros de agua gris, gris como un metal que un día relució...y que ahora es suciedad. ¿Cómo se hace para amar lo que quise despreciar ya una y mil veces? Seré muy breve: te he perdido y esto duele.

(Ocho y medio de Nacho Vegas)